En esta ocacion continuaremos con el análisis de las diferentes teorías.
Eugène Viollet-le-Duc
Viollet-le-Duc, con su inclinación al análisis racional, fue el primero en articular una teoría completa del método de diseño. Este método debe mucho a Durand y al ulterior desarrollo de su sistema en la École des Beaux-Arts, una institución a la que Viollet-le-Duc gustaba de vilipendiar. No obstante, fue él quien enunció el método de manera coherente, atractiva y muy detallada. De hecho, la suya es casi la única teoría en este sentido, pues no ha sido sustituida por ninguna otra y permanece en gran medida intacta, incluso en la arquitectura.
Este método de proyectar un edificio, descrito paso a paso en su Historia de una casa
(París, 1873), es la base intelectual para organizar y poner en
práctica los principios teóricos que él y otros tras él habían
enunciado.
el metodo:
Comenzar
por la planta quiere decir que el proyecto se genera de dentro afuera y
en términos de funciones más que de disposiciones formales. Con este
procedimiento es improbable obtener regularidad geométrica en el
conjunto de la forma o simetría especular en la disposición de los
espacios excepto si es frecuente la duplicación de funciones. Los demás
aspectos del proyecto, sobre todo la estructura y los alzados, vienen
determinados por la planta y están subordinados a ella.
Planta de la catedral de Sens, procedente del diccionario razonado de la
arquitectura francesa de los siglos XI al XVI (1856) de Eugène
Viollet-le-Duc.
El segundo
paso de este método es proyectar la cubrición de la planta. Esto
presupone disponer del soporte estructural adecuado, pero subraya la
prioridad de la cubierta como determinante de la estructura.
Viollet-le-Duc recomendó hacer una sección como una proyección vertical
de la planta, que mostrara la altura de cada planta del edificio, cuyo
número podía ser también un factor clave para la concepción de una
estructura adecuada. Junto con la planta, dicha sección ayudaría al
arquitecto a visualizar la cobertura de los espacios.
Los alzados
son el tercer paso en este método. Aunque sean los elementos más
visibles exteriormente —de ahí su importancia—, se supone que deben
desarrollarse a partir de una combinación de la planta y de la
estructura que soporta la cubierta, incluso cuando son portantes. Los
huecos de la fachada han de estar determinados por las necesidades del
interior y no por cualquier clase de imperativo relacionado con la
coherencia del exterior. El tamaño, situación y forma de cada ventana
debe corresponder exclusivamente a consideraciones funcionales. De modo
parecido, las entradas han de situarse donde mejor encajen en la planta,
sin deferencia a ejes centrales. Viollet-le-Duc dijo que las asimetrías
y variaciones de los alzados como resultado de la estricta respuesta a
requisitos funcionales deben considerarse diseño racional y, portante,
preferirse a la coherencia formal irracional
En última
instancia, un método de diseño establecido a partir de una serie
ordenada de pasos prescritos iba a conceder a los arquitectos los medios
necesarios para crear obras no sometidas a las reglas del pasado y a
otorgarles la libertad implícita en una teoría basada en principios más
que en convenciones, sirviendo además como base para generar la
corriente internacional que abarcó el llamado Art Nouveau y luego el
Movimiento Moderno. Esto hizo posible la síntesis de ingeniería y arte
que había postulado Viollet-le-Duc..
‘En tiempos antiguos y modernos las formas de la arquitectura han sido representadas como condicionadas por y originadas en los materiales; la construcción ha sido considerada la esencia de la arquitectura.’
En su lugar propone ahora que sólo la selección y tratamiento de los materiales está determinado por las leyes de la naturaleza, mientras que las formas y la expresión en arquitectura dependen de ideas inherentes a cada edificio y diferentes entre una clase de edificio y otra.
Gottfried Semper
(29 de noviembre de 1803, Hamburgo; 15 de mayo de 1879, Roma) fue unos de los arquitectos alemanes más significativos de mediados del siglo XIX
Para entender la teoría de Semper es importante destacar el siguiente párrafo en su libro de los cuatro elementos de la arquiitectura:
En su lugar propone ahora que sólo la selección y tratamiento de los materiales está determinado por las leyes de la naturaleza, mientras que las formas y la expresión en arquitectura dependen de ideas inherentes a cada edificio y diferentes entre una clase de edificio y otra.